Lesiones musculares: causa de baja deportiva
El sistema músculo-esquelético está formado por músculos, tejido conectivo, nervios y vasos sanguíneos. Todos estos elementos se disponen y relacionan entre sí y dan lugar a una configuración estructural muy característica determinada por la función del músculo esquelético: la contracción.
Al ser un tejido dinámico, su estructura es vulnerable a la lesión, más frecuente en deportistas, aunque pueden afectar a cualquier persona; en el ámbito deportivo, las lesiones musculares aparecen más frecuentemente con un índice del 31% del total de lesiones y un 30% de recidiva de la misma .
Dada la gran variedad de grupos musculares y los múltiples factores que influyen en la lesión, el tiempo de recuperación es muy variable, incluso en lesiones que se producen en el mismo músculo o grupo muscular.
Aunque en la mayoría de los casos se trata de lesiones leves, un incorrecto manejo puede causar dolor, molestias a largo plazo, y limitar la actividad, es por eso que dirigirte con el profesional indicado te ayudará a recuperarte y regresar a tus actividades lo más pronto posible y en las mejores condiciones.
Las lesiones musculares se suelen presentar en músculos que realizan contracciones poderosas y en músculos biarticulares, es decir, se originan e insertan en dos articulaciones distintas y en aquellos que intervienen en movimientos rápidos y explosivos. Por consecuencia, la musculatura más afectada son los isquiotibiales correspondientes al grupo muscular posterior del muslo, seguido de los cuádriceps; posteriormente, se encuentra la región muscular aductora y la región posterior de la pierna.
Existen muchos conceptos populares para las lesiones musculares: rotura fibrilar, desgarro, elongación, calambre, tirón, etc., a nivel científico dichas lesiones se clasifican en tres grandes grupos:
1. Contusiones musculares: muy frecuentes, sobre todo en la región del muslo y el brazo. Pueden presentar grandes edemas y hematomas.
2. Síndrome doloroso muscular de aparición tardía (DOMS, Delayed Onset Muscle Soreness): dolor muscular que aparece a las 12-48 horas después de un ejercicio intenso, generalmente excéntrico. Se debe a la cantidad de tensión mecánica desarrollada, más que por la fatiga muscular. El dolor desaparece en un máximo de 5-7 días.
3. Rotura o distensión muscular.
Grado I (leve): elongación muscular o distensión muscular. Se refiere a una lesión estructural microscópica, mínima hemorragia y de rápida resolución.
Grado II (moderada): Se refiere a una rotura parcial microscópica, hemorragia significativa y repercusión funcional.
Grado III (severa) o rotura muscular, presenta hemorragia evidente a la inspección, tumefacción, posible discontinuidad muscular.
La desinserción muscular es equivalente a la rotura muscular en la unión miotendinosa.
Los síntomas varían siempre en función de la gravedad de la lesión. En las lesiones leves existe un traumatismo mínimo que la mayoría de las veces no es recordada por el paciente y únicamente presenta molestias una vez terminada la actividad o al pasar algunas horas. En lesiones moderadas la sintomatología se inicia, generalmente, con motivo de un impulso, una aceleración brusca, un sprint, un chut o un cambio de ritmo. Por tanto, el paciente recuerda perfectamente el momento de la lesión y lo puede llegar a definir como un dolor agudo punzante o como una «pedrada».
En caso de contusión, si el golpe directo se ha producido sobre un músculo en contracción, la lesión siempre será de peor pronóstico que si el músculo se encuentra relajado.
Factores de riesgo: La suma de estos, más un acontecimiento desencadenante es precisamente lo que acaba produciendo la lesión muscular. Por este motivo, el control de estos factores puede suponer una disminución muy importante de la incidencia de estas lesiones.
Factores de riesgo intrínsecos (propios del individuo) y extrínsecos (tabla 1). (Pedret C. Balius R. (2015) Lesiones musculares en el deporte. Actualización J.R. Cabot. Apunts Med Esport; 50 (187): 111-120
Otros factores de riesgo a tener en cuenta son las alteraciones de los ejes mecánicos de las extremidades, un apoyo irregular en la pisada, el estado del balance muscular y de la coordinación, la fatiga muscular y el grado de elasticidad.
Las lesiones musculares, además de representar un problema de salud para el deportista, pueden suponer un obstáculo en su carrera deportiva, puesto que le mantienen apartado de su actividad el tiempo necesario para su curación. Es por esta circunstancia que un diagnóstico certero y precoz juega un papel importante en todo el proceso ya que cuanto más corto sea el periodo entre la lesión y el inicio del tratamiento adecuado, mejor será su progreso y recuperación final. El diagnóstico incluirá una exploración física y en algunas ocasiones pruebas de imagen como ultrasonido o resonancia magnética dependiendo la gravedad de la lesión.
Tratamiento.
El tratamiento de las lesiones musculares no sigue un modelo único ni un protocolo concreto. Este tratamiento variará, en función del tipo de lesión, del músculo afectado, del deportista y de la actividad deportiva que se realice.
El objetivo principal en el tratamiento de las lesiones musculares es minimizar la propagación del daño, aliviar el dolor y el espasmo postraumático, reducir la hemorragia y el edema y facilitar la recuperación.
Generalmente el tratamiento inicial de elección en el momento de producirse la lesión sigue siendo la aplicación de reposo, hielo, compresión y elevación, conocido como RICE (del inglés,rest, ice, compression, elevation). El objetivo principal en la fase aguda es el de reducir la formación del hematoma y el control de la inflamación. Se aconseja un reposo relativo de entre uno y 3 días en función de la gravedad o localización de la lesión. La terapia física mediante agentes físicos y ejercicio dosificado permite reducir el tiempo de recuperación.
La prevención: Se basará fundamentalmente en estiramientos, pese a que los estiramientos han sido utilizados durante años como prevención de lesiones musculares, no existe evidencia científica que demuestre una disminución de la tasa de lesiones; por otra parte en diversos estudios han demostrado que el trabajo excéntrico previene las lesiones musculares y el trabajo del core (estructuras musculares y osteoarticulares de la parte central del cuerpo), han demostrado disminuir la incidencia de lesiones musculares en la región del muslo (isquiotibiales y cuádriceps) en futbolistas.
Referencias.
Pedret C. Balius R. (2015) Lesiones musculares en el deporte. Actualización J.R. Cabot. Apunts Med Esport. 50(187):111-120
De Pablo, B. Monturo I. Turmo A. (2019) Lesiones musculares. Diagnóstico y tratamiento. Formación Médica Continuada en Atención Primaria. 26(5):288-92
Campos G. Schwansee E. (2011) Muscle injuries in athletes. Revista Brasileira de Ortopedia. 46(4):354-58
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