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Ingrid Rodríguez

Sobrepeso y obesidad infantil


Hoy en día la obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más grandes del siglo XXI, sin embargo, lo alarmante de esto es que el problema al alcanzado niveles mundiales afectando países de bajos y medianos ingresos principalmente de zonas urbanas.


De acuerdo a la ENSANUT 2016 (Encuesta Nacional de Salud y Nutrición) existió un aumento en cifras de niños y niñas con sobrepeso y obesidad con respecto a cifras del 2012. De acuerdo a estos datos:

  • 3 de cada 10 menores de entre 5 a 11 años de edad padecen sobrepeso u obesidad

  • Casi 4 de cada 10 adolescentes de entre 12 y 19 años de edad padecen sobrepeso u obesidad.


Si en México estas cifras son alarmantes se estimó que en el 2016, más de 41 niños menores de 5 años en todo el mundo tenían sobrepeso u obesidad.


Es importante considerar que los niños con algún problema de sobrepeso u obesidad tienden a padecer los mismo problemas en la vida adulta aumentando el riesgo de padecer enfermedades crónico degenerativas, sin embargo, si se realizan acciones tempranas que ayuden a prevenir y/o tratar dichos padecimientos ayudarán a evitar riesgos asociados en la vida adulta.


Pero… ¿Cuáles son las causas de tan alarmantes cifras?

Como en el adulto la causa principal de dicho padecimiento, es sin duda el desequilibrio entre la cantidad de calorías que se consumen y la escasa actividad física que actualmente se realiza. La realidad es que con el paso de los años los cambios sociales han propiciado un cambio no solo de actividades, las cuales se han vuelto más sedentarias, si no también un cambio en la composición de los alimentos que se consumen día a día, siendo estos altos en calorías y bajos en nutrientes benéficos para el organismo.


¿Qué podemos hacer al respecto ?

Si es cierto que el sobrepeso y obesidad se deben a cambios sociales que suceden día con día, hay que tomar en cuenta que el niño o niña no elige el entorno donde vive o socializa, ni los alimentos que consume; por lo que los cambios principales se pueden realizar desde el entorno familiar que a su vez no solo mejoren el estilo de vida del infante, sino, de toda la familia.


Podemos empezar con pequeños cambios que generen un mejor estilo de vida:

  • Impulsar la realización de actividad física regular, podemos inscribir a los niños y niñas en alguna actividad deportiva extracurricular de su gusto, ayudará a generar en ellos el gusto por el ejercicio permitiendo que con el paso del tiempo encuentren una actividad que puedan seguir llevando a cabo durante su vida adulta.

  • Monitorear el tiempo que pasan los niños frente al televisor, computadoras o smartphones, lo ideal es destinar un tiempo prudente para este tipo de actividades, y con ello disminuir el sedentarismo alentando a que realicen otro tipo de actividades y se mantengan activos.

  • Fomentar una alimentación adecuada, por ejemplo, empezar a incluir en la dieta familiar un mayor consumo de frutas y verduras o cambiar el consumo de agua saborizada o refresco por el consumo de agua de fresca de frutas o agua simple.

  • Recordar que ningún alimento es malo, pero si es importante empezar a orientar a nuestros niños y niñas a seleccionar alimentos más saludables, haciendo hincapié en que pueden consumir una golosina de manera ocasional sin problema alguno.

  • Intentar tener en casa alimentos de mejor calidad y evitar adquirir alimentos industrializados altamente calóricos como cereales dulces, jugos o bebidas industrializadas, galletas dulces, golosinas empaquetadas, etc., e intentar sustituirlos por opciones más saludables.

  • Evitar saltarse alguna comida y/o refrigerio, recordemos que los niños a diferencia de los adultos se encuentran en constante crecimiento y requieren de los nutrientes necesarios para un desarrollo armónico.

  • Enviar siempre un lunch completo que incluya todos los grupos de alimentos y evitar que ellos adquieran sus propios alimentos en la escuela, recordemos que los alimentos que se pueden adquirir en las mismas no siempre serán de la mejor calidad nutricional o no tendrán las porciones adecuadas para ellos.


Finalmente es importante recalcar que aunque esta serie de recomendaciones pueden empezar a hacer una pequeña diferencia, el acudir con un especialista en nutrición que nos oriente que es lo mejor para nuestros niños en cuanto alimentos y porciones adecuadas para su crecimiento y desarrollo, permitirá una mejor intervención para la prevención de estos padecimientos, así como de sus riesgos asociados.


REFERENCIAS

  1. Hernández S. Prevención de la obesidad infantil. Gaceta Médica de México. 2011;147(1):46-50

  2. Colomer J. Prevención de la obesidad infantil. Revista de Pediatría de atención primaria 2005;26(7):79-99.

  3. Manual de la alimentación saludable. Hábitos saludables para crecer sanos y aprender con salud. Disponible en: http://www.fao.org/docrep/field/009/as234s/as234s.pdf

  4. Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social. Obesidad Infantil un problema de salud. Disponible en: http://revistamedica.imss.gob.mx/sites/default/files/pdf_interactivo/rm2014-suplemento1-flippingbook.pdf

  5. Sobrepeso y obesidad infantiles. Disponible en: https://www.who.int/dietphysicalactivity/childhood/es/

  6. Cifras de Sobrepeso y Obesidad en México - ENSANUT MC 2016. Disponible en: http://oment.uanl.mx/cifras-de-sobrepeso-y-obesidad-en-mexico-ensanut-mc-2016/

  7. ¿Qué se puede hacer para luchar contra la epidemia de la obesidad infantil? Disponible en: https://www.who.int/dietphysicalactivity/childhood_what_can_be_done/es/

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